jueves, 1 de marzo de 2012

Virus del Papiloma Humano (VPH)


En Boconó la enfermedad es poco conocida por sus habitantes

El Virus del Papiloma Humano afecta psicológicamente a las mujeres infectadas

Entre la tradicional censura a temas sexuales y el conservacionismo de un pueblo las jóvenes ven reducida dramáticamente la posibilidad de enfrentar con apoyo de sus parejas y familiares las consecuencias de padecer el VPH

Cristin Benavides ECS


Las jóvenes entre 15 y 18 años de edad del municipio Boconó infectadas con el virus del papiloma humano (VPH) están afectadas psicológicamente.
El virus del papiloma humano (también conocido como VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos de VPH que pueden infectar las zonas genitales de los hombres y las mujeres. La mayoría de las personas que se infectan ni siquiera saben que lo están.
Lo peligroso de esta enfermedad es que se ha convertido en un enemigo silente para la población femenina, ya que a largo plazo podría causar cáncer de útero.

Sofía Barazarte, habitante de la localidad, comenta que padecer el virus le ha provocado una gran depresión y estrés. “Mi pareja y familia me dio la espalda, me siento culpable e irresponsable por no haber ido al médico antes, ahora gracias al apoyo de una amiga estoy recibiendo tratamiento para curarme del VPH y tratamiento psicológico, pues esto me tiene muy mal”.

No tuve ningún tipo de síntoma que me hiciera pensar que padecía esta enfermedad ahora lamentablemente la padezco, mi pareja me golpeó y dejó cuando le expliqué lo que tenía y que él debía chequearse para asegurarnos de que estuviera bien”, explica Mary Ramos. 
La mayoría de las personas infectadas por el VPH no presenta síntomas o problemas de salud por la infección. En el 90% de los casos, el sistema inmunológico del cuerpo elimina el virus de manera natural en un lapso de dos años. Pero algunas veces las infecciones no se curan, y pueden causar verrugas genitales, cáncer de cuello uterino y otros cánceres menos frecuentes pero graves, como cáncer de vulva, de pene, de ano y cáncer de la cavidad orofaríngea (parte posterior de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas).
Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que causan cáncer. No hay manera de saber cuáles personas padecerán cáncer u otros problemas de salud. 

Según la gineco-obstetra Ninoska Machado cada vez se diagnostican más casos del VPH por el gran descuido de las jóvenes y el conservacionismo que existe en Boconó. “Es impresionante ver cómo pacientes de 15 a 18 años de edad no se han practicado una citología teniendo más de 2 años con una vida sexual activa, la razón es la vergüenza de ir al médico o evitar el descontento de su familia.”
Machado afirma que 40 de los tipos de Virus del Papiloma Humano pueden afectar los genitales y dependiendo el tipo de cepa podría haber o no manifestaciones clínicas, la mayoría de las veces no hay ningún tipo de evidencia que una mujer o un hombre tenga el virus, a menos, que no tengan las cepas que provocan lesiones condilomatosas que son unas verrugas que pueden salir en todo el trayecto del ano, la vagina o del pene.
 
La aparición de verrugas genitales, condilomas o crestas de gallo en el pene, la vulva y el ano es una de las formas de saber que se tiene VPH, aunque no siempre estas aparecerán a pesar de estar contagiado.
Aparte de estas señales el papiloma no tiene síntomas por lo que una persona puede padecer y durar hasta años infectada sin darse cuenta, infectando así a sus futuras parejas por descuido mientras que la enfermedad continua agravándose en su organismo cada vez más.

Para la psicóloga Alís Cegarra “El sexo fue el primer componente de los atributos naturales del homo sapiens, sobre el que se grabaron distinciones artificiales, convencionales y arbitrarias donde se dividen a las hembras de los machos para la cohabitación sexual”.

La psicóloga opina que la cultura conservadora que aún hombres y mujeres tienen en pleno siglo XXI origina que sean de pensamientos machistas. “Cuando la mujer padece una enfermedad de transmisión sexual, su pareja la rechaza y la culpa de todo provocándole un trauma psicológico que debe ser tratado para evitar que caiga en un estado de depresión que pueda llevarla al suicidio”. 
 
Boconó, una sociedad conservadora
No es fácil ni correcto delimitar características de una realidad cultural particular” comenta el sociólogo y profesor del Núcleo Universitario Rafael Rangel (NURR), Francisco Crespo “aunque en términos generales se podría decir que hay una manera de ser, una identidad cultural andina, en la que los boconeses están incluidos”. 
 
Los resultados de un sondeo realizado a 100 personas (50 hombres y 50 mujeres) del municipio Boconó del estado Trujillo sobre el Virus del Papiloma Humano, arrojan que un 98% (49) de los hombres encuestados no conocen sobre el virus y dejarían a su pareja si padecieran este flagelo el 2% (1) restante conoce sobre el VPH y buscarían ayuda para él y su pareja.

De las mujeres encuestadas el 60% (30) desconoce sobre el virus y afirman que sus parejas las dejarían si supieran que están infectadas pero aún así buscarían ayuda profesional para contrarrestar los daños, tantos físicos como psicológicos. El 40% (20) restante conoce el virus y están seguras de que sus parejas las apoyarían en todo momento.

Para el sociólogo “los boconeses son personas conservadoras ya que de alguna manera Boconó se mantiene como un espacio geográfico un tanto cerrado y apartado, eso lo preserva, en el mejor sentido de la palabra, más que a otros ciudades o regiones como por ejemplo Valera o Trujillo, entonces podría decir que los boconoses son más tradicionalistas”. 
 
La cultura conservadora de los bocones está aún muy arraigada y en cuanto a temas de enfermedades de transmisión sexual son muy pocos los que se muestran de manera abierta y sin prejuicios, otros en cambio prefieren eludir el tema y hacerse de la vista gorda. Por esta razón cada vez más jóvenes se ven afectadas psicológicamente por padecer el VPH ya que no encuentran apoyo de sus parejas o familiares para combatir esta padecimiento.

Cifras del VPH a nivel mundial
  • El cáncer de útero provocado por el VPH es el segundo cáncer más frecuente en la mujer.
  • El 51% de los hombres y mujeres sexualmente activos sufrirán de VPH en algún momento de sus vidas.
  • El 75% de la infecciones ocurren entre los 15 y 24 años de edad.
  • Cada año 500 mil mujeres se diagnostican VPH positivas en el mundo.
  • En el 80% de los casos el sistema inmunológico de la persona combate el virus, el 20% restante corre el riesgo de contraer cáncer.

La gineco-obstetra Jhaneth Escalante apunta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) piensa que más de 600 millones de humanos están positivos para el virus en el momento actual, con un total aproximado de 30 millones nuevos cada año. “A muy pocas de esas personas se les desarrolla un cáncer pero cuando se les da la mayoría de las veces es no es curable”. Por esta razón, la especialista recomienda a las mujeres la prevención a tiempo para así evitar lamentaciones.

Fibromialgia



¿La fibromialgia es una enfermedad?
 
La fibromialgia se refiere a un grupo de síntomas y trastornos músculo-esqueléticos poco entendidos, que se caracteriza fundamentalmente por fatiga extrema, dolor persistente, rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante, y un amplio rango de otros síntomas psicológicos, como dificultades para dormir, rigidez matutina, dolores de cabeza y problemas con el pensamiento y la memoria, algunas veces llamados lagunas mentales, que suelen impedir el funcionamiento rutinario del sujeto. Es un trastorno no contagioso presente en aproximadamente entre el 3 y el 6 por ciento de las mujeres jóvenes, comúnmente entre los 20 y los 50 años de edad.

Autores afirman que no debe considerarse como una enfermedad debido, entre otras razones, a la falta de anormalidades en el examen físico, en los exámenes de laboratorio objetivos o estudios de imágenes médicas para confirmar el diagnóstico. Aunque históricamente ha sido considerada un trastorno musculo-esquelético y neuro-psiquiátrico, las evidencias de investigaciones realizadas en las últimas tres décadas han puesto de manifiesto alteraciones en el sistema nervioso central que afectan a regiones del cerebro que podrían estar vinculadas tanto a los síntomas clínicos como a fenómenos descubiertos durante investigaciones clínicas. Aunque todavía no existe una cura universalmente aceptada para la fibromialgia, hay tratamientos que han demostrado durante ensayos clínicos controlados ser eficaces en la reducción de los síntomas como la educación del paciente, el ejercicio, las terapias conductuales y, en ciertos casos, el consumo de ciertos fármacos.


Las personas que sufren este trastorno o enfermedad ven disminuidas su capacidad de llevar una vida activa y normal, pueden quedar discapacitados tanto físicamente como mentalmente, este padecimiento si no es tratado a tiempo puede llevar al paciente al suicidio, ya que produce dolores intensos e insoportables.

Síndrome de Méniére

¿Qué es la enfermedad de Ménière?

 En el siglo XIX, el francés Prosper Ménière fue quien señaló que los síntomas de este padecimiento provenían del oído interno, al estudiar mediante autopsia a una señorita que presentaba dichos síntomas. En su honor, se llama a esta enfermedad por su apellido. El oído interno se compone de dos partes bien diferenciadas: por un lado el caracol o cóclea, que se encarga del sentido de la audición, y por otro lado, el laberinto, que está compuesto por una serie de conductos orientados en las tres direcciones del espacio, siendo el encargado del equilibrio periférico. Dentro del caracol y del laberinto existe un líquido llamado endolinfa. La enfermedad de Ménière se produce por un aumento en la cantidad del líquido (endolinfa) que circula por el interior del oído interno, es decir, por el interior del caracol y del laberinto, ocasionando un aumento de la presión en el oído interno. Esto es debido a que el líquido que se va produciendo no se reabsorbe convenientemente.

 ¿Cuál es la causa de la enfermedad de Ménière?

La enfermedad de Ménière puede darse tanto en hombres como mujeres, desde la juventud a la vejez, aunque es más frecuente sobre los 40 años. La causa exacta de este proceso no se conoce, pero hay ciertas alteraciones anatómicas y ciertos factores que favorecen su aparición. Se pueden producir alteraciones en la anatomía del laberinto donde se produce la endolinfa y también se producen alteraciones por algunos procesos alérgicos; en las glándulas endocrinas; por enfermedades de los vasos sanguíneos y también por una disposición psíquica especial de determinadas personas que tienden a producirse síntomas en sí mismos, y a tener orientaciones obsesivas.



¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Ménière?

Vértigo.
 El vértigo es un cuadro muy desagradable e incapacitante. Se presenta de pronto y se repite una y otra vez, sin ningún tipo de cadencia. Evoluciona en brotes, con períodos de normalidad entre ellos. Puede presentarse todos los días, o con períodos de normalidad de semanas, meses, e incluso de años. Los brotes de vértigo suelen durar entre media hora y cinco horas, aunque los más intensos pueden durar hasta diez y doce horas, o incluso más tiempo. Hacen inválido al paciente para todo y requieren un reposo de la cabeza, ya que el más mínimo movimiento aumenta extraordinariamente el vértigo. El brote suele estar precedido por una sensación de plenitud, o de congestión del oído, ruido de oído, sordera o malestar. Con el vértigo se produce una sensación parecida a como si todo lo de alrededor girara muy deprisa, se pierde el equilibrio bruscamente, y el paciente se tiene que agarrar a algo, o a alguien, para no caerse al suelo. El vértigo puede aparecer en cualquier momento y en cualquier actividad, pudiéndose presentar durante el sueño, lo que provoca que el paciente se despierte. Suele estar acompañado de palidez, sudor frío, postración, náuseas, vómitos, aumento de los latidos cardíacos, aumento de la respiración, e incluso diarrea. Se produce, también, un movimiento intenso de los ojos, con visión borrosa, aunque nunca se llega a perder la conciencia. El brote crea una gran sensación de angustia. Una vez desaparece el brote, de forma relativamente rápida aunque no tanto como su aparición, deja al enfermo muy tranquilo: suele quedarse dormido y cuando despierta se suele encontrar muy bien, aunque puede quedarle durante unos días una sensación de desequilibrio poco importante. Está comprobado que la ansiedad y el estrés desencadena los brotes. En los primeros años de la enfermedad, los brotes son más frecuentes e intensos y con el paso del tiempo van disminuyendo, llegando, en algunos casos, a estabilizarse y desaparecer. Si la angustia y el temor se hacen dueño del individuo, pueden llevarle a una incapacidad laboral y social.

Sordera.
La sordera aparece, a veces, antes que el vértigo, aunque generalmente se producen conjuntamente. La sordera es progresiva, va aumentado a lo largo de la enfermedad. Tiene una característica propia, que es la de ser fluctuante, es decir, a veces oirá mejor y en otras ocasiones oirá peor, sobre todo si tiene los brotes de vértigo. La sordera comienza por los sonidos más graves, como la voz masculina y los sonidos relacionados con vibraciones. Posteriormente, va afectando también a los sonidos agudos, como la música y la mayoría de los ruidos ambientales. En algunos casos, se puede llegar a perder completamente la sensación de oír. Los ruidos intensos suelen ser molestos, intolerables y dolorosos. Durante el brote, se produce un cambio en la forma en que se oye, teniendo la sensación de que los sonidos son metálicos.

Ruido de oído.
 El ruido de oído se conoce como acúfeno o tinnitus, y suele preceder al brote de vértigo. En cuanto a su percepción, es muy variable, puede variar en intensidad y en tono. El tono puede estar en la zona de los sonidos de tipo grave, o en la de los sonidos agudos. Normalmente es continuo, pero puede desaparecer durante temporadas; lo que es constante es que aparece siempre que se produce el vértigo. El paciente manifiesta el ruido de oído como un zumbido, un siseo, o un chorro de vapor. Todos estos síntomas se producen por el aumento de presión en el caracol y el laberinto.